Ojo de Agua, capital del departamento homónimo, es un destino turístico que combina la serenidad del campo con la riqueza cultural de Santiago del Estero. Su nombre, que significa “ojo de agua”, proviene de los manantiales naturales que han sido la base de su economía agrícola durante siglos. Este encantador pueblo invita a los viajeros a sumergirse en una experiencia auténtica, donde la hospitalidad santiagueña, los paisajes verdes y las tradiciones folclóricas son los protagonistas.

Historia y Cultura
Ojo de Agua tiene raíces profundas en la historia de la región, con una herencia que mezcla influencias indígenas y coloniales. Su economía se basa en la agricultura, con cultivos como maíz, soja y alfalfa, y la ganadería, que dan forma a la vida cotidiana de sus habitantes. El pueblo es conocido por sus festividades patronales, que suelen celebrarse con procesiones, danzas tradicionales como la chacarera y el escondido, y banquetes comunitarios con platos típicos como empanadas, locro y tamales.
¿Qué Hacer en Ojo de Agua?
- Explorar la Naturaleza: Los manantiales y arroyos cercanos ofrecen oportunidades para caminatas relajantes y observación de aves. Los paisajes rurales son ideales para paseos en bicicleta o a caballo, permitiendo a los visitantes disfrutar de la flora y fauna local.
- Participar en Festividades Locales: Las fiestas patronales, que varían según el calendario religioso, son una oportunidad para experimentar la música folclórica en vivo, con grupos locales tocando instrumentos tradicionales como el bombo y la guitarra. Los mercados al aire libre ofrecen artesanías, como tejidos y cerámicas, que reflejan la identidad del pueblo.
- Gastronomía Regional: Los restaurantes y comedores familiares sirven platos tradicionales